viernes, 7 de octubre de 2011

Educación gratuita no son aportes basales


¿Tiene sentido hablar de los “aportes basales de libre disposición”, solamente?

(Este texto no tiene otro sentido que dar pié a discusiones que creemos son necesarias en la organización estudiantil…)

    Mucho hemos escuchado hablar de los aportes basales y las disputas que se han tenido al interior del CRUCh, donde las llamadas universidades tradicionales (la UACh, la U. de Conce, la Federico y las Pontificias) hacen lo que sea necesario por pelear algunas “chauchas” para sus planteles. Lo mismo hace el CUECh (Consorcio de las 16 Universidades Estatales) que hace lo imposible por pactar a corto plazo este beneficio para las universidades del Estado; las cuales, en estricto rigor, están mucho más precarizadas que las universidades tradicionales. Por ejemplo, la UNAP, universidad de Iquique tiene $7.000.000.000 en contra y varias sedes que sostener.

     Ahora, si pensamos en el plano global, bajo este sistema mixto y con una política de gobierno basada en la subvención de la educación a través de becas, el “pozo” a repartir se hace aun más atractivo para otros intereses, sobre todo si pensamos que además estas subvenciones serán eventualmente para estudiantes de Universidades privadas por fuera del CRUCh (que agrupan a los estudiantes más vulnerables del sistema de educación superior), que ya han sido fuertemente criticadas por el lucro que practican, en donde el estudiante pasa a ser nada más que un objeto “porta beca”.

Pero, lo que llama realmente la atención es la disputa por estos aportes. De hecho, los estudiantes también hemos demandado esos recursos en la forma de aportes basales de libre disposición. En ello, la jugada estratégica radica en que estos aportes sirvan para la rebaja de los aranceles de los estudiantes de las universidades del CRUCh, como punto de partida –esperemos- para el avance hacia la gratuidad.

Pero, ahora veamos las barreras reales:
  1. El proyecto de ley de presupuesto 2012, ingresada el 30 de septiembre para educación superior concibe un ítem no considerado en presupuestos anteriores que podrían eventualmente constituir estos “aportes de libre disposición”, pues casi todo el resto de ítems ya está  concebido como parte del presupuesto desde años anteriores (AFI, AFD). Hay nuevos ítems interesantes de analizar, pero el que nos importa por ahora es el  llamado “Fondo de Educación Superior” insertado en el presupuesto 2012. Este ítem tiene como carga presupuestaria a base de gastos un total de $38.550.000.000. Esas son las “lucas” a repartir. Si no nos gusta el monto y quisiéramos modificarlo, existen dos vías: una es mediante la  modificación del parlamento a través de comisiones mixtas que hagan observaciones al proyecto de ley (lo que supone su aceptación general), o bien la otra vía, es que una vez rechazado el presupuesto por el Parlamento, el ejecutivo se vea obligado a modificarlo y enviar otro. Ahora como dato histórico, la única vez que se ha rechazado en Chile una ley de presupuesto de la Republica fue en el año 1891 y este suceso desató una guerra civil.
  2. El gobierno ha impulsado todo un aparataje para que el debate de la gratuidad se vea reducido precisamente al “financiamiento de la educación” y su respuesta es única: “nosotros ya hemos enviado la ley de presupuesto con un gran esfuerzo económico para la nación” y por otro lado, el Gobierno le ha delegado al CRUCh y al CONFECh la discusión de ¿qué se hará con estos $38.550.000.000? apostando a que estos se pongan de acuerdo en que si acaso esta “platita” va dirigida a la rebaja de los aranceles, o bien, a lo que dispongan las instituciones, considerando otras funciones estratégicas.
  3. En síntesis: el MINEDUC es como Farkas repartiendo plata y las Universidades (y algunas Federaciones) “el publico” peleándose por agarrar algún billetito. De esta pelea surgen las defensas corporativas que tienen al Rector Cubillos “pelando” al de la Chile y a “algunos” de los dirigentes de la UACh “indignados” porque el Senado de la Chile dice que los aportes tienen que ser para Universidades Estatales.  
  4. Pero, lo más “charcha” de esta discusión es que, en el mejor de los casos, si es que que el CRUCh, CUECh, las diferentes Federaciones del CONFECh se comportaran todos como amigos felices “tomados de las manos”, y se repartieran por igual los $38.550.000000 la distribución sería así:

a)      El Fondo educación superior de 38.550.000.000 sería dividido por las 25 Universidades del Consejo de Rectores de Chile = $1.542.000.000 por cada universidad.7

b)      A la UACh por lo tanto recibiría $1.542.000.000, que en el mejor de los escenarios, en caso que el rector sea “buenito” y el movimiento estudiantil logre “amarrar” estas lucas para rebajar los aranceles y  solo alcanzaría para lo siguiente tomando en cuenta que en toda la UACh existen alrededor de 15.000 estudiantes matriculados, repartidos en  aproximadamente 47 carreras de pregrado impartidas a través de todas sus sedes:

-      Para cada estudiante habría 1 rebaja de $102.800 aprox. en su arancel anual (no mensual)

-      Si contamos para esta rebaja solo a los y las estudiantes de los primeros 3 quintiles la rebaja anual sería: $115.505 aprox.

-      Ahora bien, si queremos cubrir el arancel completo, o sea gratuidad para algunos estudiantes de la UACh repartiendo equitativamente de los $1.542.000.000, y considerando como arancel promedio anual $2.500.000 al año, alcanzaría apenas para que 616.8 estudiantes estudien gratis en la UACh. Esto quiere decir, sólo 13.12 estudiantes por carrera, o 2 a 3 estudiantes por generación. (“Así que vayan armándose con dientes y uñas para la matanza entre sus compañeros para ser los 2 elegidos por la gracia divina”)

A esto hay que sumarle que en el discurso presidencial Piñera anunció que estas medidas de revitalización serían solo por 4 años. O sea que hay recursos, pero, sólo hasta el 2015. ¿Después? Ahí veremos cómo se hace.

Por lo tanto, nosotros al menos creemos que no hay que desgastarse en discutir lo que los poderosos quieren que discutamos y eso se traduce en pelearse por las pocas migajas que según lo analizado nos ha dejado el gobierno en conjunto con nuestros rectores. No nos interesa invertir todo lo sumado en las movilizaciones de estos meses en pelear aquello, ya que no es ni cercano a las demandas por la gratuidad que en un 89% la ciudadanía apoya.

Estos debates nos distraen de lo central, que para nosotros es la transformación de la Educación a través de un proyecto popular de educación que obedezca a la soberanía de los Chilenos, y que aporte al desarrollo de nuestra sociedad, NO al proyecto de la élite que seguirá replicándolo con sus maquillajes e imponiendo el actual sistema inequitativo que ahora tenemos. Aunque se invierta el doble de dinero que aquí hemos mencionado, esto no transformará el modelo intrínsecamente, sino que lo potenciará y blindará en la misma lógica de la subvención a los pobres dejando a las capas medias (que es la mayoría) igualmente endeudada.

Nosotros al menos creemos que debemos desgastarnos en pensar el futuro del movimiento y construir una propuesta para ejercer una Educación pública, Gratuita y de calidad.

En eso estamos y en eso estaremos…

ARITCULO REALIZADO POR COLECTIVO SOCIALIZA

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