Frente al escenario actual que atraviesa la movilización estudiantil y social, la Coordinadora de Estudiantes de Base de la Universidad Austral , quiere compartir ciertas reflexiones colectivas sobre el devenir de esta lucha, en relación a las posibles salidas o direcciones que el movimiento puede desarrollar.
Sobre el contexto general
La movilización estudiantil se ha extendido por casi tres meses superando las expectativas de muchos, y logrando niveles de adhesión históricos que se expresan, por un lado, en las encuestas que dan cuenta del amplio apoyo que tiene el movimiento, como del rechazo predominante hacia el gobierno y la clase política en general. Por otro lado, la solidaridad expresada en las calles, con centenares de miles de personas, refleja que la lucha por una educación gratuita y de calidad ha traspasado lo gremial, para convertirse en una demanda social, aglutinando en torno a ésta, al incipiente movimiento popular que poco a poco se rearticula de la mano con la movilización estudiantil.
El gobierno por su parte a apostado al desgaste, la criminalización y la represión del movimiento, defendiendo por una parte el carácter ideológico que para ellos representa la educación como un bien de consumo, y el carácter de clase al asegurar el negocio de los empresarios de la educación, como la intromisión de los bancos a través de los créditos usureros.
El movimiento estudiantil ha logrado instalar como eje central, la necesidad de transformar estructuralmente el actual modelo educativo, y la masividad como la continuidad de la movilización dan cuenta de la fortaleza y convicción de los que luchan. No obstante, el gobierno en la mayoría de sus planteamientos continua sin responder las demandas más sentidas. Hoy en día el conflicto estudiantil se encuentra en una situación compleja, ya que si bien el movimiento social se ha radicalizado, también lo ha hecho el gobierno a través de la represión como la que sufrimos el jueves 04 de agosto. La presión social aún no logra hacer retroceder al gobierno en sus planteamientos y aún no podemos tener seguridad si se cumplirán o no nuestras demandas.
Respecto a las “salidas” y a la Confech.
El estancamiento del conflicto ha provocado que ciertos sectores políticos al interior del movimiento estudiantil articulado en torno a la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), promuevan ciertas “salidas” políticas para destrabar el conflicto y garantizar un avance para el movimiento estudiantil. No obstante creemos necesario evaluar críticamente hacia donde nos pueden llevar tales políticas.
Salida parlamentaria
Esta plantea la posibilidad de sentarse en el parlamento en una mesa de trabajo para sentarse a negociar, con tal de descomprimir el conflicto, sacarlo de las calles y llevarlo al poder legislativo. No obstante las experiencias pasadas como la movilización de los secundarios el 2006 nos indican que en las mesas de trabajo es muy poco lo que el movimiento estudiantil puede ganar, sobre todo cuando están compuestas por tecnócratas y operadores políticos. Además entendemos que en el parlamento no existe ninguna posición política que represente al movimiento social, o que contenga dentro de sus propuestas las demandas de los estudiantes, debido a que la totalidad de los partidos políticos tradicionales que hoy se expresan en el parlamento representan a la clase política que administra, perfecciona y profundiza el modelo económico, político y social neoliberal heredado de la dictadura.
El plebiscito
Esta propuesta dice relación con recurrir a un instrumento electoral para que las mayorías decidan respecto a la demanda educacional. Pero un plebiscito no puede ser vinculante, porque no está sancionado legalmente el cómo se debe hacer uno y al mismo tiempo implica una serie de voluntades vinculadas con la acción del bloque en el poder dentro del parlamento para sancionar su legalidad, por lo tanto, hoy seria más bien una consulta ciudadana para medir el apoyo al movimiento estudiantil, resultando innecesaria por que la sociedad ya ha manifestado claramente su apoyo en las calles.
No obstante sectores de la concertación se han pronunciado a favor de dicho instrumento, lo cual no es sorpresa. Hoy la concertación, al igual que el gobierno, se encuentra en una crisis de legitimidad bastante alta, por lo que ponerse a disposición del plebiscito les permitiría legitimarse como clase política. Por lo demás, para instalarse el plebiscito se necesita de este conglomerado político, lo que a su vez significaría delegar la iniciativa en el conflicto a la clase política hoy en crisis.
Ahora bien, si el plebiscito se instala como la salida para el conflicto, esto nos sitúa en un terreno desfavorable, puesto que al ser una salida desmovilizadora, en el sentido de que el movimiento social delega su poder de presión hacia la institucionalidad del Estado, nada garantiza que se realicen los cambios estructurales que hoy estamos exigiendo, puesto que la única fuerza de presión, que es la movilización constante, se diluiría.
La salida social
Esta salida, que creemos necesaria, la podemos entender en dos planos. En primer lugar creemos necesaria la conformación de plataformas locales o territoriales las cuales puedan transformarse en espacios de construcción de Proyecto Educativo, a través de la confluencia de distintos sectores sociales que lentamente se han ido aglutinando al alero de esta movilización. Ejemplos de estas iniciativas son las distintas asambleas territoriales que se han levantado a lo largo del país, como la Asamblea Comunal de Valdivia, o el Congreso Social por un Proyecto Educativo del Bio-Bio, instancia a la cual creemos deben asistir compañeros de la Uach. Estas plataformas deben ser la vía por la cual podamos ir rearticulando el tejido social, para volcarlo a la constitución de sujetos sociales y de proyectos sociales capaces de ir disputando grano a grano el tipo de sociedad que queremos.
En un segundo plano, la salida social pasa por como en el corto plazo el movimiento estudiantil logra constituir una fuerza social orgánica, con una demanda clara que se exprese en documentos y planteamientos que plasmen la critica profunda al modelo educacional de mercado, y las demandas que los estudiantes hemos instalado. Es necesario asegurarnos que los planteamientos que los dirigentes nacionales estén tomando sean los que desde las bases hemos discutido. Urge contar con dirigentes que respondan a sus bases, para lo cual es necesario ir desde ya pensando en formas orgánicas que se institucionalicen, y en donde prime la participación y las decisiones de las mayorías por sobre los intereses particulares de tal o cual sector político, para evitar cualquier negociación o firma de acuerdo a espalda de los estudiantes.
Hoy en día el movimiento estudiantil debe lograr que el ejecutivo sea quien ceda frente a las demandas estudiantiles, porque es esta la señal que permite ver efectivamente la correlación de fuerzas entre los distintos grupos de interés, es decir, la fuerza política de la clase empresarial representada por la clase política de derecha, versus la fuerza política la sociedad civil en su conjunto que representa el sentido de una sociedad más justa, por lo que es necesario realizar un acercamiento por parte de los dirigentes hacia el gobierno. ¿Por qué ahora? porque se vive una oportunidad histórica en donde la presión política y social del movimiento estudiantil ha calado en lo más hondo de la conciencia civil, señal que debe ser contestada con un accionar con real sentido político en donde los interés que primen sean efectivamente las demás del movimiento y no los intereses eleccionarios de los partidos tradicionales, debemos ser un correlato de los intereses de la mayoría y no un impedimento del mismo. El movimiento estudiantil debe dar una señal de que el gobierno es el intransigente, quien no quiere sentarse para discutir las demandas de los estudiantes, y debe hacerlo pronto, pues de lo contrario, el parlamento y el plebiscito desmovilizador se convertirán en las únicas vías. Debemos aprovechar el escenario social que nos favorece puesto que hoy en día la única garantía que los estudiantes tenemos para conquistar nuestras demandas es el pueblo en las calles, luchando codo a codo por una educación gratuita, digna y al servicio de las mayorías.
Coyuntura local
Finalmente, nos pronunciamos críticamente en torno a los últimos hechos suscitados por el movimiento estudiantil en la UACH , en donde se ha supeditado la lucha por las demandas nacionales al cumplimiento institucional con las autoridades de la casa de estudio (firma o no de un documento con carácter triestamental con la rectoría), cuestión que parece absurda e incongruente con las condiciones objetivas que hoy presenta nuestra lucha. Por lo ya dicho, rechazamos el condicionamiento del paro de la UACH a cuestiones de ámbito local que no presentan problemáticas en directa relación con la política nacional del movimiento estudiantil y proponemos la continuidad de este hasta que nuestras movilizaciones tengan una salida política concreta, ya que creemos firmemente en una lucha social organizada y nos parece impresentable el re direccionamiento del movimiento estudiantil a hechos sin piso político, como se ha querido instalar en las instancias de participación estudiantil en la UACH.
Esperando que estas palabras sean leídas con detención y perspectiva
Saludos fraternos
Coordinadora de Estudiantes de Base UACH.
¡¡Este 24 y 25 que no quede ningún rincón de Valdivia sin PROTESTA POPULAR!!
Coordinadora de Estudiantes de Base – UACH
coordinadora.estudiantes.uach@gmail.com
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